Belén Arregui es una creativa galardonada y actualmente Senior Creative en Springtime, donde desarrolla campañas innovadoras para PepsiCo. Con más de 10 años de experiencia en Latinoamérica, Estados Unidos, Europa y Medio Oriente, ha trabajado en reconocidas agencias como Ogilvy, GREY, MullenLowe MENA, Arteaga & Arteaga y TAG NY (Dentsu). Su trayectoria le ha permitido construir una visión global de la industria, siempre con foco en la creatividad auténtica y en el poder de las ideas que trascienden fronteras.
En el marco de la 19ª edición del FePI – Primer Festival Internacional de la Publicidad Independiente, conversamos con Belén Arregui, jurado internacional, sobre los retos y oportunidades de la creatividad indie en un mercado cada vez más globalizado y competitivo.

1) ¿Qué claves considerás fundamentales para que una agencia independiente pueda trascender fronteras y competir en el plano internacional?
Para mí lo más importante es tener una voz propia, una identidad clara que te diferencie. Las agencias independientes tienen esa libertad de arriesgar, de proponer miradas nuevas sin tantas capas de aprobación, y ahí está su mayor poder. Cuando esa voz auténtica se combina con consistencia en el trabajo y con una visión cultural que pueda conectar más allá de tu país, es cuando empiezas a trascender fronteras. Y claro, construir redes, tender puentes: nadie llega lejos sola, y en lo independiente las conexiones son clave para abrir camino afuera.
2) ¿Qué desafíos ves para la publicidad independiente en los próximos años?
El gran desafío va a ser crecer sin perder la esencia. Hoy la industria pide velocidad, escala, tecnología, y las independientes van a tener que aprender a usar esas herramientas (IA, data, producción globalizada) pero sin dejar de lado lo que las hace únicas: la humanidad, la frescura y la capacidad de narrar historias diferentes. Otro punto clave es la sostenibilidad: que las ideas no solo brillen en festivales, sino que también se traduzcan en modelos de negocio que sostengan a la agencia y a su gente. Y finalmente, atraer y cuidar al talento joven. Las nuevas generaciones buscan proyectos con propósito, diversidad real y espacios donde se sientan libres de crecer. Ahí las independientes tienen una oportunidad enorme, pero también un reto.